GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

lunes, 11 de enero de 2016

Hipócritas buscándose, extrañamente, los principios y valores perdidos


   No podía imaginarme después del trato cordial aparentemente mantenido con El Imparcial.es que repentinamente cayeran las máscaras de estos fingidores de honestidad para encontrarme ante un antro de oportunismo, explotación y falsedad.

  Los últimos meses resultaron ser creciente y sutilmente despreciativos hasta que procuraron darme la traiconera puntilla a través del inefable Vila.

   Mi modo de ser es respetuoso, educado y nada zafio. Otra cuestión es cuando se trata con ciertos seres cuya indecencia obliga a la expresión que se merecen. Zafiedad es actuar como guarros-guarros son los que hacen guarradas- y andar con la cabeza alta como si no pasara nada.

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/el-ejemplo-imposible-de-anson-sobre-la.html



Desde que denuncio con legítima indignidad  la conducta repugnante de estos aprovechados que se apropiaron de noventa columnas escritas por mí-artículos que consiguieron permanentes posicionamientos punteros en buscadores como Google-, para de repente echarme con falaces excusas y sin pagar un puto euro, la hipocresía ha cobrado para mí un significado pestilente más allá del concepto generalista; particularizada la falsedad con la acción y el carácter de ciertos caraduras, apesta todo lo que tenga que ver con la fingida moral con que disimulan la carencia de principios y dignidad en El Imparcial.es, y por extensión en la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón junto a la plataforma El Espectador. Eslabones de una misma cadena de avaricia sin conciencia.

  Hoy en El Imparcial.es publican en primera línea un artículo intitulado, precisamente, "Principios y Valores". Destacado el doctor Bufalá pareciera que los responsables oportunistas del periódico quisieran dar énfasis a esos principios y valores que han extraviado de manera vergonzante. Pero ser hipócrita no conlleva vergüenza pública; si se es cínico hasta la repulsión solo importa el disimulo y seguir pareciendo honrado.

  Así lo dice el articulista, con sendas frases sarcásticas de Groucho Marx sin que se den por aludidos los sinvergüenzas de turno:

  "El secreto del éxito se encuentra en la sinceridad y la honestidad. Si eres capaz de simular eso, lo tienes hecho."

  "Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros." 

  Seguro que muchos sinvergüenzas, maleantes y explotadores del mundo  tomaron muy buena nota de estas ironías para convertirlas en premisas indecentes con las que llegar tan lejos. Son retorcidos, dotados de esa flexibilidad imposible de los contorsionistas buscándose los principios y valores perdidos, doblándose el espinazo hasta allegarse a los bajos instintos del progreso personal.  Allá donde algunas mentes, alcanzando su correspondiente dignidad moral, con extrañas poses pretenden seguir pareciendo decentes, presentables, profesionales, intelectuales y hasta eméritas...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ilegal todo lo que te hicieron. No se puede permitir.
Qué menos que una disculpa, y el pago a tu trabajo excelso de dos años, con 90 columnas, sobresalientes y demostrado queda, el gran números de lectores que las leían y esperaban por ellas

I.F.C. dijo...

Así es la trampa de la vanidad y la codicia, Paqui. Mentir, manipular y ganar. Siento mucha pena por estos incautos que no saben lo que hacen. Tontos, malos y tontos.

Gracias por tu apoyo, Cariño. Te Quiero. Ya quisieran las menganas que me han provocado el mobbing tener tu belleza exterior que las eclipsa. De la interior, ni con una cirugía del alma se asomarían a tu esplendor.Son feas y maliciosas.