GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

jueves, 5 de mayo de 2016

El irrepetible y abusivo Joaquín Vila


  Desde mi actual perspectiva de los hechos, se me antoja muy  interesante la solución de Mao Zedong al despotismo de los diosecillos de turno en la China comunista. Mi pensamiento político es liberal pero en estos tiempos-con regreso al abuso feudalista por parte de algunos listillos-toda revisión histórica es conveniente al no extirparse de nuestra sociedad moderna esos repugnantes abusos que dieron paso a tantas revoluciones... cruentas, todo hay que decirlo; porque la explotación y la injusticia siempre han sido respondidas con severo e incontenible enojo.

 Como novelista puedo decir que Joaquín Vila, sin ser nadie de importancia en mi vida, solo un ruin aprovechado de mi trabajo, representa una estereotipada maldad de ficción a la que, desgraciadamente, la realidad termina superando con creces. Porque éste parece de verdad y de mentira, cuesta encontrar seres con ese cariz de crueldad tan incivilizada en lo cotidiano; pero, a las concluyentes pruebas me remito,  haberlos haylos.

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/01/respuestaborracho-de-joaquin-vila-y-mi.html 

  Por la cara y esas características tan personales suyas en general, no es sorprendente que gaste un carácter poco ético en lo profesional como ha demostrado conmigo. Si abusa y atropella a los demás es porque lo lleva escrito en el rostro, aunque eso no es ninguna atenuante que vaya a justificarle: quien es malvado está condicionado por sus actos y no por la apariencia.

  Al aprovechado de mi trabajo, director de El Imparcial.es, lo que en realidad le sucede es que está muy mal educado en la consciencia del mérito personal, pues lo ha tenido todo muy fácil como segundón de Anson; no destaca en nada pero ha cogido a rebufo la fama ansoniana para vivir de la sopa boba de los negocios, sin otro mérito que acompañarle en sus aventuras, intrigas y jugarretas, tipo como las del ABC,  para prosperar. 

  Vila no sabe lo que es el esfuerzo personal y el precio del sacrificio para crecer frente a las adversidades. No siente emociones inherentes al ser humano que batalla limpiamente para atesorar el mérito de la satisfacción por el trabajo bien hecho. Se lo encontró todo por la cara, presumiendo de posición sin ganarse el deber de la honra por el empeño del progreso en conciencia y con respeto a los derechos ajenos. Es un cabo chusquero de la mili antigua que jamás pudo ser oficial. Un frustrado con muchos complejos que debería tratarse, en vez de avasallar sin escrúpulos a personas honradas. 

  Sus actitudes déspotas describen a un enchufado que nada más entrar de becario al poco estaba de segundo de información. Los peldaños de la escalera subidos a zancadas y a saber con cuántas zancadillas inmorales como la que me han propinado tan egregios explotadores.

 Joaquín Vila no se ha hecho a sí mismo, tampoco Anson cuando con dieciséis años estaba ya intrigando para ocupar espacios influyentes;  ha trepado sin la menor condescendencia hacia los méritos bien ganados de su prójimo porque es un ser fácil, instintivo que no reflexivo y atiborrado de vanidad y prepotencia; un césar de pacotilla que se cree con derecho a decretar la vida o la muerte de un gladiador en la arena de la existencia diaria; desbordado por  esa vanidad estulta que acumulan mediocres que todo lo han ganado a base de arrimarse, abusar y ejercer la intolerancia propia de quien debe la vidorra al maná de perversas influencias. Vila es el niño ineducado de papá Anson.

  Después de saber bien de él, no me extraña que pueda practicar semejantes inmoralidades, abusos, explotaciones y no perder un ápice de esa apariencia de iniquidad que lleva escrita en la cara. Sus actuaciones no podían ser las de un ángel, pero tampoco se esperaban las de un diablo de la injusticia social. Escrito lo llevará en el destino como en esos rasgos faciales tan suyos. 

Como Vila no hay dos en la noble, por otra parte, profesión del  periodismo, afortunadamente. Si Mao Zedong levantara la cabeza... (Ironía, creo).

2 comentarios:

Unknown dijo...

Los que la tenemos levantada nos avergüenza que personas, en fin, de esta clase existan.

Unknown dijo...

Dales duro amigo Nacho, dales duro.